Las salinas de S’Avall están situadas en el núcleo urbano de la Colònia de Sant Jordi y toman el nombre del antiguo predio en el que estaban enclavadas. Un lugar en el que las condiciones geográficas y climáticas son idóneas para la producción de sal que permiten la evaporación del agua de forma natural, permitiendo la explotación de este recurso desde tiempos muy antiguos.
La superficie total del estanque esta en torno a las diez hectáreas, “siendo su forma algo irregular, aprovechando la cavidad natural del terreno en el que se excavaron canales dentro del propio marés y se subdividieron los estanques con muretes del propio material. Para el movimiento de las aguas de una a otra balsa, para limpiarlas, rellenarlas, etc… se valían antiguamente de norias, más tarde se utilizó un molinillo que aún subsiste y se aprovecha, junto con una vieja rueda hidráulica, para evacuar las aguas madres”. Su extracción todavía se lleva a cabo, con los métodos tradicionales, durante el mes de agosto.Constituyen un frágil y valioso ecosistema protegido formando parte clave del área natural.